Yehia Haqqi: La luz que aún ilumina nuestros caminos

Traducido por : Shahd Sherif
Revisado por : Shahd Mohamed
Qué afortunado es aquel a quien unos no dejan de recordar, otros no cesan de olvidar, y algunos olvidan solo para recordarlo después.
Yehia Haqqi ocupó un lugar firme en el mundo de la novela. Sus obras fueron traducidas a varios idiomas, y a través de ellas documentó la conciencia nacional. Vivió toda su vida alejado de los focos, con modestia y desapego de la fama. Creía firmemente en los nuevos talentos literarios, asumiendo la responsabilidad de apoyarlos y presentarlos a la sociedad. Fue también uno de los pioneros de la escuela literaria moderna, centrada en la identidad egipcia, sus costumbres y su esencia, reflejándola en sus escritos. Además, fue un luchador que abogó por los derechos políticos y la justicia social durante las décadas de 1920 y 1930.
Los escritos de Haqqi siguen siendo una lección de sencillez, dulzura, elocuencia y fuerza expresiva. Entre sus obras más conocidas se encuentran las novelas "La lámpara de Umm Hashim" (1943), "Oh noche, oh ojos", "Buenos días" (1954), "La madre de los ancianos" (1955), "Sangre de mi patria" (1959), "El perfume de los seres queridos", "El polvo de la tienda", y "Déjalo en manos de Dios" (1959), además de otras obras destacadas como "El cartero", "Una idea y una sonrisa", "El ladrón del kohl", "Oda a la sencillez", "Ven conmigo al concierto", "Una lágrima y una sonrisa", "En el templo del arte", "La escuela del teatro", "Del caudal del generoso", "Gente en la sombra", "Esta poesía", y "El polvo del gobierno", en las que mostró siempre una clara inclinación por los marginados. Muchas de ellas fueron adaptadas al cine con gran éxito.
Yehia Haqqi nació el 17 de enero de 1905 en Darb al-Mida, en el barrio de Sayyida Zeinab, en El Cairo. Creció en una familia culta, interesada en la lectura y la literatura. Cursó estudios en la escuela Khedivial y luego en la Facultad de Derecho de la Universidad de El Cairo, donde se graduó en 1925. Comenzó su carrera en la fiscalía y más tarde ingresó al Ministerio de Asuntos Exteriores. Trabajó en la embajada egipcia en Yeda y posteriormente en Roma hasta 1939. Al regresar a Egipto, fue nombrado tercer secretario en el departamento económico del Ministerio de Exteriores, donde trabajó durante diez años, alcanzando el puesto de primer secretario y director del gabinete del ministro de exteriores. En 1949, fue trasladado a la embajada en París como secretario, y luego, en 1953, fue designado ministro plenipotenciario en Libia. Más adelante, renunció al cuerpo diplomático para ser nombrado en 1958 director del Departamento de Artes del Ministerio de Cultura. También dirigió la revista "Al-Majalla" entre 1962 y 1970, tras lo cual se retiró voluntariamente.
Yehia Haqqi recibió numerosos premios nacionales e internacionales, entre ellos el Premio Estatal de Reconocimiento en Literatura en 1969, la Orden de Caballero de Primera Clase del gobierno francés en 1983, y el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Minya ese mismo año, en reconocimiento a su liderazgo literario y su gran valor en el ámbito cultural y artístico. En 1990, fue galardonado con el Premio Internacional Rey Faisal en la categoría de Literatura Árabe, por ser uno de los pioneros del cuento moderno árabe.
El reconocido crítico Ragaa El-Naqqash lo describe en su libro "Yehia Haqqi... el artista, el ser humano y la prueba":
“Si lees las diferentes etapas de su vida, no encontrarás ni una sola que despierte reproche o crítica. Es una vida limpia, productiva, marcada por la sabiduría, la paciencia, el talento, la diversidad y un trabajo profundo y tranquilo.”
Así nos dejó el gran escritor Yehia Haqqi un legado literario inmortal y un camino inspirador, como una candela que sigue iluminando las sendas de las generaciones venideras, expandiendo sus horizontes con cada lectura. Falleció en 1992 a la edad de 87 años, dejando tras de sí una vida de lucha e influencia.